Desde que vi el primer
trailer de Until Dawn supe que debía jugarlo. Aunque ahora
todo quisqui muela a palos el usar Quick
Time Events (a partir de ahora QTE) como mecánica jugable
por su pobre capacidad narrativa a mí me encantan los juegos de
Telltale (The Walking Dead, The Wolf Among Us) y Quantic Dream
(Heavy Rain, Beyond: Two Souls); de hecho The Walking Dead
y Heavy Rain están entre mis juegos favoritos y Supermassive
Games no ha hecho más que coger y adaptar esas mecánicas que se ve
que funcionan con Until Dawn. Prefiero no entrar hoy al trapo de si
la narración es más correcta separando radicalmente cinemáticas y
secuencias de plataformas o tiroteos (como Uncharted), con un
desplazamiento de personajes estilo point and click (sobran nombres
de aventuras gráficas pixeladas para ejemplificar) o pulsando X y O
para que el juego siga avanzando según mis decisiones.
Es curioso que el punto
más negativo que le puse al juego es algo ajeno a la experiencia de
juego: el hype y las expectativas creadas. En primer lugar este juego
fue anunciado en primer lugar para PS3 como estandarte del horrendo
periférico Move, el mando Wii-gusiluz de Sony. Cayó en el olvido y
hasta la actual generación no fue rescatado, con un éxito
sorprendente antes de su lanzamiento. La campaña de publicidad
estuvo tremendamente centrada en venderlo como una slasher
movie interactiva. Ya
sabéis, esas películas que aparecían a mansalva en los 90, con un
grupo de jóvenes que van a pasar un fin de semana en una cabaña en
el bosque, dando rienda suelta a sus hormonas, Y de repente pasa algo
que TODO EL MUNDO menos los protagonistas esperaba. Todos hemos visto
alguna de estas, con risas en lugar de miedo ante un género que se
regodea y se ríe de sus mismos clichés; el negro que muere el
primero, la rubia que sobrevive, las llaves que no entran en la
cerradura, los estrambóticos asesinos... En resumen, un cóctel que
conecta directamente con nuestra adolescencia (o infancia, según
cada uno), llamando al factor nostalgia para que coja nuestra cartera
y saque unos billetes concretamente unos 70 eurazos
para jugar esta slasher
movie de 10 horas.
No es país para jóvenes |
He
de reconocer que la cosa pintaba muy bien. El apartado gráfico era
impecable, la captura de movimiento facial es lo mejor que he visto
hasta ahora, el guionista es un director de películas de terror de
serie B (que hasta se marca un Kojima y aparece en el videojuego como
vagabundo chalado), por lo que uno puede esperar referencias directas
a género en cuestión. Muy bien todo. Además se prometía caminar
entre la línea que diferencia espectador y personaje haciéndonos
partícipes de la historia, siendo nosotros quienes no sabemos lo que
va a pasar. Incluso se llegó al punto de crear una especie de escala
de acojone para la gente que lo probaba antes de salir, mayormente
revistas y webs especializadas. Vamos, una campaña de
publicidad a mansalva con la misma promesa: vas a participar en una
slasher, diviértete ya que sabes de qué va el rollo.
Aquí
entro yo, ilusionado y dispuesto, con el juego recién alquilado y
tres días por delante para acabarlo. La cosa empezaba como se nos
había prometido, con un grupo de chavales volviendo a reunirse en
una cabaña donde hace un año pasó algo (La cabaña en el bosque, Sé
lo que hicísteis el ultimo verano), de repente aparece un
enmascarado que los espía (Viernes 13, La Matanza de Texas)
que los va capturando uno a uno e incluso fuerza a ciertos personajes
a ser culpables o cómplices de la muerte de otro (Saw). La
estructura en 10 episodios (11 si tienes la edición especial, como
siempre) crea una pausa necesaria para no saturarse en forma de
escena de conversación con un psicoterapeuta, probablemente el
personaje y las escenas más interesantes del juego.
Este amigable tío te hará un test de Rorschach y otras pruebas similares |
Y
voy pasando capítulos... y cuando me doy cuenta llevo 5 horas
jugando y empiezo a cansarme. La sensación de temor ante que un
fallo nuestro pueda hacer morir a un personaje. Me doy cuenta de que
hay coleccionables repartidos por el escenario, pero estuve demasiado
ocupado huyendo de la muerte para ir recogiéndolos. Coleccionables
que tienen un peso importante para conocer qué ha pasado en ese
lugar antes de que el grupo de jóvenes llegase a esa montaña. Poco
después veo morir a un personaje por primera vez y siento rabia y
pena, pues ya había creado un vínculo con ese personaje en
concreto. Más tarde, cuando muere el siguiente siento la misma rabia
pero no por su pérdida, sino por haber fallado ese QTE; caigo en la
cuenta de que no temía perder a ese personaje, temía fallar en el
reto que me proponía el juego en ese momento. Dejo de ver Until
Dawn como una película y ahora, tras esta epifanía, entiendo
cómo es realmente.
Esto
no es una película interactiva como Heavy Rain, es una
aventura gráfica o un survival horror con muchas cinemáticas. Las
partes de exploración de edificios son más larga de lo que cabe
esperar, la recolección de útiles y de coleccionables son muy
necesarias tanto para obtener pistas como para averiguar la historia
completa. Y es ahí donde tuve mi decepción: me lo habéis vendido
como una slasher movie, pero no lo es durante todo el juego.
Esto, en otras ocasiones, me habría parecido algo genial, un giro
inesperado en el género de la trama sería un buen plot twist
que aumentaría mi interés por ver qué pasa. Pero claro, todo el
hype y las expectativas creadas de antemano me habían hecho esperar
una película frenética de diez horas de duración (cosa que
pensándolo fríamente habría sido cargante). Vaya, que tengo
sentimientos encontrados y que debo fiarme menos de tanto avance y
llegar al juego un poco en tabula rasa o con cierto escepticismo al menos.
1080p butts. Thanks, Sony |
Objetivamente
el juego es bastante bueno: la historia es interesante y modificable
en ciertos puntos según nuestras decisiones (el llamado "efecto
mariposa", el segundo concepto con el que nos querían vender el
juego). Todo el trasfondo que se descubre con los coleccionables es
interesante aunque te fuerce a recorrerte una y otra vez el mapa,
rompiendo la inmersión y el terror en pos de completar todos los
huecos de la lista de ítems. El doblaje es bueno y está bien
sincronizado con los movimientos faciales de los personajes, un
conjunto de estereotipos (el quarterback, la rubia pendón, el payaso
de la clase, etc) que todos conocemos. La banda sonora de Jason Graves,
aunque con poca presencia general, resalta en momentos clave y en
general es gráficamente impresionante, además de que apenas vi uno
o dos momentos de caídas de frames. Tiene fallos como un sistema de
afinidades con el resto de personajes en el que tenemos una
influencia mínima, un control de linterna pésimo y un especial
interés por parte de la cámara en mostrarnos los culos esculturales
de los personajes femeninos, pero en general son pequeños fallos que no enturbian la experiencia.
Eso
sí, aviso de que NO compensa pagar tantos billetazos para tenerlo el día de
salida. Mi consejo es esperar a que el precio esté más rebajado si
te interesa mucho rejugarlo o bien alquilarlo como hice yo, en un par de días da tiempo de sobra para completarlo.
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