Los que llevéis un tiempo leyendo mis tuits sabréis que últimamente he entrado en ese oscuro y turbio mundo que son los juegos de rol de mesa; nada de interfaces y sandbox, los de fichas, dados, Doritos y actuar como un enano bárbaro. El caso es que acabé interesado en Shadowrun, uno de estos juegos donde la ambientación cyberpunk convive con el elenco de razas mágicas típico del mundo de fantasía medieval medio. Haciendo gala de la pereza supina que me caracteriza y viendo que la edición más actual en lengua inglesa es la 5ª pero que lo último que una editorial española publicó de esta franquicia antes de quebrar fue material de la 3ª edición me fui a jugar un rato Shadowrun Returns.
Shadowrun Returns es un título desarrollado por Harebrained Schemes tras una exitosa campaña en Kickstarter. La ambientación se sitúa en la segunda mitad del siglo XXI, donde tras un evento de origen mágico aparecieron en nuestro planeta una variedad de razas metahumanas como elfos, enanos, orcos y demás. La convivencia en armonía con la aún imperante raza humana se ha logrado con relativa facilidad, pero estamos en una era cyberpunk desde la perspectiva de los autores ochenteros: la clase media ha desaparecido en pos de una sociedad donde la diferencia entre ricos y pobres es mayor que nunca, los neones alumbran un futuro decrépito de excesos y supervivencia, los sintetizadores se han adueñado de la música y la tecnología ha llegado al nivel de telecomunicadores portátiles, equipos avanzados de pirateo y esos implantes robóticos que tan cachondos nos ponen.
Tras elegir nuestra raza, clase y aspecto la historia nos pone en la piel del protagonista, un runner (un mercenario) que tras recibir el mensaje de un antiguo compañero que acaba de morir en el que nos promete una suculenta recompensa si conseguimos resolver quién le ha asesinado. Esta es la premisa y da justo lo que promete: una trama detectivesca, de buscar pistas, conversar y resolver misterios donde el tono noir del mundo y la trama misma acompaña a un argumento lleno de intriga y giros de guión. La campaña, lejos de ser corta y predecible, dura más de diez horas y está llena de misterios, las tramas se entrelazan entre capas de profundidad, haciéndote creer cada dos horas que la historia iba a terminar tras resolver esta misión y sorprendiéndote con una nueva revelación que amplía la escala del asesinato de nuestro amigo.
La historia nos llevará por diferentes localizaciones, desde guetos a mercados locales, a grandes edificios corporativos y barriadas atestadas de mercenarios, a lo largo de diferentes ciudades. El juego tiene perspectiva isométrica en todo momento con desplazamiento de point-and-click y los escenarios no son enormes, pero sí bien detallados y con un diseño artístico que hará las delicias de los fans del género. Desde las tabernas retrofuturistas, edificios religiosos con arquitectura posmoderna, mercados abarrotados de carne humana y metahumana en un ambiente opresivo y consumista, la dirección artística es una delicia de ver a pesar de que a la larga se puede hacer un poco repetitivo. Al fin y al cabo este sigue siendo un título indie y no cuenta con un enorme presupuesto para diseñar los aproximadamente veinte emplazamientos en los que toma lugar (a pesar de ser en su día uno de los primeros en sobrepasar el millón de dólares de financiación por Kickstarter).
En cuanto a jugabilidad la mayor parte del gameplay se divide en combate y conversaciones. El combate es típico del SRPG, en lo personal me recordó a los primeros Fallout, XCOM: Enemy Unknown o The Banner Saga. En este caso está mucho más orientado a los tiroteos que al cuerpo a cuerpo, pero tampoco hay problema si quieres ser una mole machacaelfos machete en mano (como fue mi partida). La clave, cómo no, es conseguir un equipo equilibrado de mercenarios a controlar para suplir las fallas de los personajes individuales. Es un sistema muy remitente de los juegos de rol de mesa, donde hay un número limitado de acciones por turno y podemos elegir entre desplazarnos, lanzar magia, atacar o cubrirnos tras un parapeto. Hay unas fases especialmente curiosas: las de pirateo, donde habrá que ir saltando entre la realidad virtual donde el hacker maneja a la manifestación digital de su persona luchando contra antivirus y firewalls y el mundo real, donde sus compañeros deben defenderle mientras hace su tarea. En general el combate no es especialmente complicado y las mecánicas se aprenden rápido, hasta para un neófito en el género como yo.
Las conversaciones son interesantes y tienen una fuerte presencia dado que Shadowrun Returns es uno de esos juegos donde lo que prima es la historia a contar. Interrogatorios, negociaciones y en general intentar sacar información o convencer a alguien serán los principales objetivos a conseguir con estas conversaciones. Como debe ser en todo juego de rol, un alto nivel en atributos como Fuerza (porque acojonar siempre funciona) o Carisma (tener lengua de plata también funciona) dan lugar a nuevas y ventajosas opciones en los diálogos. No hay doblaje alguno y la traducción al español tiene algunos errores gramaticales pero nada que duela demasiado a la vista.
El punto más criticado del juego me recuerda a la controversia que hubo con Fallout 4 (una de tantas, me refiero). Algo que asumimos en cada juego de rol es que nuestras decisiones deben tener un impacto en la historia o que de otro modo serán vacías y sin valor y no será un juego de rol bien hecho. Quizás el mayor pecado de este juego es su linealidad, el hecho de que la mayoría de hechos estén fuertemente determinados de antemano y nuestras elecciones en los diálogos no tendrán mayor repercusión aparte de resolver un encuentro concreto con un personaje de una manera u otra.
Esto, que parece ser imperdonable para un RPG y que elimina gran parte de la rejugabilidad del mismo, no ha sido para mí un problema. Al fin y al cabo es una trama de intrigas y misterios (que para mi tiene poco sentido jugar de nuevo), ni siquiera me parece una disonancia ludonarrativa. A tu personaje lo meten en un punto de la trama donde hay una serie de planes ya trazados en los que como un mindundi más que es apenas puede influir. Puedes camelarte a un par de tipos pero eso no va a llegar a todo quisqui implicado en la trama. Por eso entendí que la serie de eventos que componen el argumento estarían fijados en el propio mundo diegético antes de que yo tomase control de mi personaje. Y en resumen por eso no me ha molestado la linealidad y la escasa influencia de mis decisiones en la trama. Claro que hay otros que tiene estructura detectivesca y hay variaciones cualitativas de la trama, pero no todo el mundo puede ser The Witcher 3.
En resumen, recomiendo encarecidamente Shadowrun Returns. Tiene una de las historias de misterio mejor hiladas que he visto últimamente, perfecto para iniciarse en el género de los SPRG y la ambientación merece mucho la pena. En iOS apenas cuesta dos eurillos y en Steam está a un precio realmente asequible también. Qué demonios, en Steam incluso puedes conseguir la trilogía entera (S. Returns, S. Dragonfall y S. Hong Kong) por un precio que asegura una cantidad mayor de horas invertidas que bastantes AAA el doble de caros.
Tras elegir nuestra raza, clase y aspecto la historia nos pone en la piel del protagonista, un runner (un mercenario) que tras recibir el mensaje de un antiguo compañero que acaba de morir en el que nos promete una suculenta recompensa si conseguimos resolver quién le ha asesinado. Esta es la premisa y da justo lo que promete: una trama detectivesca, de buscar pistas, conversar y resolver misterios donde el tono noir del mundo y la trama misma acompaña a un argumento lleno de intriga y giros de guión. La campaña, lejos de ser corta y predecible, dura más de diez horas y está llena de misterios, las tramas se entrelazan entre capas de profundidad, haciéndote creer cada dos horas que la historia iba a terminar tras resolver esta misión y sorprendiéndote con una nueva revelación que amplía la escala del asesinato de nuestro amigo.
La historia nos llevará por diferentes localizaciones, desde guetos a mercados locales, a grandes edificios corporativos y barriadas atestadas de mercenarios, a lo largo de diferentes ciudades. El juego tiene perspectiva isométrica en todo momento con desplazamiento de point-and-click y los escenarios no son enormes, pero sí bien detallados y con un diseño artístico que hará las delicias de los fans del género. Desde las tabernas retrofuturistas, edificios religiosos con arquitectura posmoderna, mercados abarrotados de carne humana y metahumana en un ambiente opresivo y consumista, la dirección artística es una delicia de ver a pesar de que a la larga se puede hacer un poco repetitivo. Al fin y al cabo este sigue siendo un título indie y no cuenta con un enorme presupuesto para diseñar los aproximadamente veinte emplazamientos en los que toma lugar (a pesar de ser en su día uno de los primeros en sobrepasar el millón de dólares de financiación por Kickstarter).En cuanto a jugabilidad la mayor parte del gameplay se divide en combate y conversaciones. El combate es típico del SRPG, en lo personal me recordó a los primeros Fallout, XCOM: Enemy Unknown o The Banner Saga. En este caso está mucho más orientado a los tiroteos que al cuerpo a cuerpo, pero tampoco hay problema si quieres ser una mole machacaelfos machete en mano (como fue mi partida). La clave, cómo no, es conseguir un equipo equilibrado de mercenarios a controlar para suplir las fallas de los personajes individuales. Es un sistema muy remitente de los juegos de rol de mesa, donde hay un número limitado de acciones por turno y podemos elegir entre desplazarnos, lanzar magia, atacar o cubrirnos tras un parapeto. Hay unas fases especialmente curiosas: las de pirateo, donde habrá que ir saltando entre la realidad virtual donde el hacker maneja a la manifestación digital de su persona luchando contra antivirus y firewalls y el mundo real, donde sus compañeros deben defenderle mientras hace su tarea. En general el combate no es especialmente complicado y las mecánicas se aprenden rápido, hasta para un neófito en el género como yo.
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| Welcome to the Matrix |
Las conversaciones son interesantes y tienen una fuerte presencia dado que Shadowrun Returns es uno de esos juegos donde lo que prima es la historia a contar. Interrogatorios, negociaciones y en general intentar sacar información o convencer a alguien serán los principales objetivos a conseguir con estas conversaciones. Como debe ser en todo juego de rol, un alto nivel en atributos como Fuerza (porque acojonar siempre funciona) o Carisma (tener lengua de plata también funciona) dan lugar a nuevas y ventajosas opciones en los diálogos. No hay doblaje alguno y la traducción al español tiene algunos errores gramaticales pero nada que duela demasiado a la vista.
El punto más criticado del juego me recuerda a la controversia que hubo con Fallout 4 (una de tantas, me refiero). Algo que asumimos en cada juego de rol es que nuestras decisiones deben tener un impacto en la historia o que de otro modo serán vacías y sin valor y no será un juego de rol bien hecho. Quizás el mayor pecado de este juego es su linealidad, el hecho de que la mayoría de hechos estén fuertemente determinados de antemano y nuestras elecciones en los diálogos no tendrán mayor repercusión aparte de resolver un encuentro concreto con un personaje de una manera u otra.
Esto, que parece ser imperdonable para un RPG y que elimina gran parte de la rejugabilidad del mismo, no ha sido para mí un problema. Al fin y al cabo es una trama de intrigas y misterios (que para mi tiene poco sentido jugar de nuevo), ni siquiera me parece una disonancia ludonarrativa. A tu personaje lo meten en un punto de la trama donde hay una serie de planes ya trazados en los que como un mindundi más que es apenas puede influir. Puedes camelarte a un par de tipos pero eso no va a llegar a todo quisqui implicado en la trama. Por eso entendí que la serie de eventos que componen el argumento estarían fijados en el propio mundo diegético antes de que yo tomase control de mi personaje. Y en resumen por eso no me ha molestado la linealidad y la escasa influencia de mis decisiones en la trama. Claro que hay otros que tiene estructura detectivesca y hay variaciones cualitativas de la trama, pero no todo el mundo puede ser The Witcher 3.
En resumen, recomiendo encarecidamente Shadowrun Returns. Tiene una de las historias de misterio mejor hiladas que he visto últimamente, perfecto para iniciarse en el género de los SPRG y la ambientación merece mucho la pena. En iOS apenas cuesta dos eurillos y en Steam está a un precio realmente asequible también. Qué demonios, en Steam incluso puedes conseguir la trilogía entera (S. Returns, S. Dragonfall y S. Hong Kong) por un precio que asegura una cantidad mayor de horas invertidas que bastantes AAA el doble de caros.
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| Para los que recen a Metacritic cada noche está puntuado con 76. Ya es más que Just Cause 3, Battleborn y FarCry: Primal |
Una de las primeras cosas que bueno mencionar es que me arrepiento mucho de no haberlo comprado cuando estaba botado en Steam, lamentablemente no he probado el juego por lo mismo, pero si me llama poderosamente la atención, mas cuando tu reseña esclarece algunas dudas que tenía sobre él. Últimamente he estado jugando varios títulos SRPG, por lo que digamos que el género se encuentra dentro de mis intereses cercanos.
ResponderEliminarAlgunas cosas que se sobre el juego es que su primera expansión ''Dragonfall'' supera por creces a esta, incluso creo que las decisiones influyen, por otro lado, que existen varios mods para la gente más purista y exigente.
Saludos! Buena reseña.
Seguramente para las rebajas de verano le toque un buen descuento y sea buena oportunidad de hacerse con él. He leído que Dragonfall (como los conseguí por separado los suelo considerar juegos distintos) mejora bastante la primera entrega y pienso jugarlo en cuanto pueda.
EliminarNo los he probado pero sí que parece ser que tiene un buen soporte de mods y un editor de niveles competente así que supongo que habrá campañas fanmade para ampliar la experiencia. Estas cosas siempre suelen estar bien y añaden bastantes horas de contenido.
¡Qué genial leer sobre este juego! Parece que ha tenido el bastante éxito como para sacar sus secuelas pero, en general, no se habla casi nada de él en comparación a otros más "grandes" como Wasteland 2 (al que le tengo muchas ganas), Pillars of Eternity (Que también pero menos) o el futurible Torment 2 (que no sé si necesito o si me da repelús).
ResponderEliminarAún así, el único que he comprado fue este Shadowrun precisamente, cuando estuvo de rebajas a unos 3-4 euros, y todavía no me he puesto con él porque, creo, aunque no sea tan enorme en mundo como Planescape Torment o Arcanum, debe ser bastante absorbente y si tiene una cantidad de texto generosa no es lo que necesito ahora mismo (básicamente solo juego a arcades, ahora), aunque todo llegará.
Me gustaría preguntarte: ¿Cuánto te duró aproximadamente? Me da la sensación que es más corto que el Pillars o el Wasteland porque no parece tan enorme, pero tampoco lo tengo claro y es un punto importante de cara a cuando vaya a jugar a un juego de este palo, para saber si elijo este u otro del mismo género.
De momento ahí lo tengo y, si rebajan las dos secuelas a un buen precio, muy posiblemente las pille aunque no haya jugado a este. ¿Jugaste al Shadowrun de Megadrive o SNES, para hacer una comparación? Solo como curiosidad.
¡Saludos!
A pesar de todo el bombo que le han dado a Pillars of Eternity en la mayoría de medios que sigo me alegro de que una saga con tan poca repercusión como ésta haya tenido medios como para sacar dos secuelas (y un MMO que nadie quiere recordar). Probé Wasteland 2 cuando salió y la cantidad de información en la primera media hora me saturó, más aún siendo un género que apenas he tocado. Ahí lo tengo sin continuar, el pobre.
EliminarEl caso es que este juego me llevó unas 15 horas, pero es mucho más ligero en cuanto a contenido. Me explico: está totalmente centrado en el argumento pero el mazmorreo bien ocupa más de la mitad de las horas. El sistema de combate es muy liviano, prácticamente es un Gears of War por turnos en perspectiva isométrica. No tiene grandes narraciones expositivas acerca del lore (de hecho en su mayoría están en las pantallas de carga o de transición de zonas) y la amplísima mayoría del texto son conversaciones con otros personajes. Según he leído parece que no es ni tan complejo ni tan profundo como Pillars o Wasteland, pero al menos la campaña tiene una buena trama y si no recuerdo mal hay campañas adicionales hechas por fans si quieres aumentar la duración del juego.
No he podido probar los Shadowrun de Megadrive o SNES (mi comienzo en esto fue "tardío", allá en tiempos de PSOne) pero se ve que los creadores sí que los recuerdan porque Jake Armitage, el protagonista del Shadowrun de SNES, es uno de los posibles compañeros del protagonista de éste. Un buen easter egg para aquellos que en su día esperaban alguna entrega más de la franquicia.