Llego un poco pasado de
fecha pero tras estos meses de inactividad no quería perder la
costumbre anual de publicar un par de entradas sobre lo mejor de lo
mejor que ha ocupado mi tiempo libre durante este pasado año. Antes
de la entrada dedicada a los cómics es hora de hablar cuáles han
sido los mejores videojuegos que he jugado en 2016. Como siempre esta
no será una lista que se ciña sólo a títulos que hayan sido
lanzados este año sino que se refiere a aquellos que haya jugado y
completado durante el mismo.
En general 2016 ha sido
un buen año para los videojuegos. Si bien ha habido sonadas
decepciones y retrasos en el terreno de los AAA el descontento
general que ha causado en los jugadores casos como el tedioso y
repetitivo diseño de misiones de Mirror's Edge Catalyst y
Mafia III, el escaso contenido de Street Fighter V a
fecha de lanzamiento, los mejorables ports para PC de Deus Ex:
Mankind Divided y Dishonored 2 y el sonadísimo batacazo
de No Man's Sky hacen ver que por fin el grueso de usuarios
empieza a ver más allá de unos gráficos y un mundo abierto enorme.
Y lo mejor de todo, que estas quejas están llegado a oídos de las
desarrolladoras y, por ejemplo, por primera vez en bastantes años
Assassin's Creed ha roto su periodicidad anual. Es un pequeño
paso pero parece dar a entrever que los lanzamientos apresurados,
campañas de marketing engañosas y forzar el hype están haciendo
más mal que bien a la industria y que es hora de cambiar de
dinámica.
Eh, ¡que resulta que son buenos y todo! |
En cuanto a indies la
cosa ha estado inmejorable. Pese a la saturación de títulos
mediocres y clónicos este año ha habido un buen puñado de títulos
que han sabido brillar con luz propia. Sólo por mencionar algunos:
Aragami, Superhot, That Dragon Cancer, Hyper Light Drifter, Abzû,
Stardew Valley, VA-11HALL-A, The Witness, Owlboy, Darkest Dungeon...
Puede que los estándares de producción y los presupuestos de los
indies no lleguen ni de lejos a los de los AAA pero desde luego su
lugar en el mercado está asegurado e incluso las grandes compañías
toman nota de ello; cediendo espacio a estos títulos en sus mayores
eventos, abriendo ramas que acogen desarrolladoras independientes y
permitiendo a muchos de estos pequeños éxitos ganar visibilidad
siendo multiplataforma con mucha más facilidad que hace unos años.
Y ya entrando en materia
vamos a empezar con las menciones especiales; aquellos juegos que,
aunque me han parecido interesantes, he disfrutado y merecen ser
destacados, no me han llegado tan hondo como aquellos que encabezan
la lista. En lo personal este ha sido un año de ponerme al día. Mi
vieja PS3 se ha tirado una buena temporada sin uso así me había
propuesto quitarme varias espinitas y jugar al completo sagas como
Batman Arkham, Uncharted o Bioshock, así como
varios indies pendientes. Con esto quiero decir que quizás bastantes
de los títulos que veais a continuación sean "clásicos
básicos" que por A o por B no había tenido oportunidad de
jugar aún.
Menciones especiales: 10 juegos que molan,
pero no tanto como los 10 que vienen después
Furi - The Game Bakers
Este indie de los
creadores de Afro Samurai lo regalaron por PsPlus y
en su momento no me llamó la atención; craso error. Más allá de
esos diálogos entre pelea y pelea donde algunos creen ver aquello
que se atreven a llamar argumento, esto es un juego arcade con todas
las letras. Un espíritu y diseño artístico que atufa a No More
Heroes, un puñado de jefes finales únicos y bien diferenciados
cuyas fases varían depende de la dificultad elegida y un control pulido que mezcla shooter de vista isométrica y
hack&slash es todo lo que necesita.
Mafia II - 2K
Apenas hay historias de
mafias en los videojuegos. Están los superventas GTA y sus distintas
visiones de la criminalidad pero no es eso a lo que me refiero, ni
tampoco a ninguno de sus clones. Hablo de Godfellas, de
Scarface y de Mean Streets. En Mafia II la trama
de Vito Scaletta sigue el esquema prototípico de recadero que escala
posiciones en el hampa y eso es precisamente eso lo que promete y
ofrece. Se atreve incluso air un paso más allá, con un falso mundo
abierto y misiones que en esencia habla de la rutina
sirven para deconstruir el sueño de glamour y desenfreno asociados a
la figura del gánster clásico.
Gone Home - Steve Gaynor
Otro clásico moderno de
los indies que hay que jugar al menos una vez. A la vuelta de un
largo viaje tu casa familiar está vacía y tienes todo el tiempo del
mundo para averiguar qué ha pasado. Su narrativa es de las mejores
que he visto entre los walking simulators, género que cae tan
fácilmente en la pretenciosidad, contando una historia sencilla
sobre los problemas familiares, la rebeldía de la adolescencia y la
honestidad con uno mismo, todo contado de forma pasiva mediante
documentos e imágenes que vamos encontrando por la casa. Quizás es
eso mismo que lo hace tan especial lo que me ha hecho no llegar a
conectar profundamente con el juego: esa forma tan impersonal de
hurgar en la vida de alguien me supuso una barrera para conectar con
los personajes. Por suerte pude encontrar otro juego dentro del mismo
género, que logra conectar realmente con el jugador.
Batman: Arkham Knight - Rocksteady
Por fin he podido jugar
al completo la saga Batman Arkham. Si tuviera que quedarme con
uno sólo de ellos sin duda sería éste. El diseño de niveles y la
atmósfera de Asylum son geniales pero su historia y sobre todo su
horrendo final hicieron mucha mella en mi opinión sobre el mismo. En
Knight el mundo abierto sigue con el mismo esquema de "sitio
enorme plagado de nódulos de bandidos" que City y Origins, el
combate ha mejorado lo poco que su estrecha fórmula le permite, los
cameos en la historia central por fin tienen sentido (en City eran
poco más que fanservice) y, pese a lo mucho que he llegado a odiar
el uso totalmente excesivo del batmóvil me sigue pareciendo una buena innovación. Pero sobre
todo lo que me ha hecho escogerlo es su historia, con Scarecrow como
el mejor antagonista de la saga y un increíble Joker en su papel de
contraposición al caballero oscuro como pocas veces se haya visto.
Dark Souls 3 - From Software
Mucho se ha hablado ya de
este juego, de hecho incluso escribí un extenso análisis sobre él
nada más salir. El motivo por el que no entra en mi top es porque,
al final del día, es otro Dark Souls, otra entrega de una
saga muy continuista. Sí, es cierto que la jugabilidad está pulida
al máximo, el diseño de niveles es brutal y además es mi personal
recomendación para iniciarse en la saga pero teniendo en cuenta que
recicla muchísimas de las ideas de sus entregas anteriores y que
prácticamente todo el lore que le precede es necesario para entender
bien qué esta pasando no dejo de tener esa sensación de "mola,
pero esto ya lo he visto". No deja de ser una entrega muy sólida
pero esta saga puede dar poco más de sí a estas alturas para
sorprender como en su día hizo. Además, como final (en principio) de la saga es una opción obligada para los fans de la misma; o quizás esperar a que salga una versión GOTY con los dos DLCs que tendrá para entonces.
Middle-Earth: Shadow of
Mordor - Monolith Productions
Mas allá de la
fidelidad (o no) a la obra de Tolkien y la mejor o peor llevada
historia de venganza y redención que llevan ambos protagonistas, si
este título destaca es por sus mecánicas. Si bien toma prestados el
esquema de combate de Batman Arkham, las torres de FarCry,
el sigilo de Assassin's Creed... Pero aún con todo no deja de
ser un pastiche realmente divertido de jugar, con un rendimiento
gráfico bastante decente y que ofrece al jugador toda la libertad y
la oportunidad de crear su propia historia dentro del juego gracias
al brillante Sistema Némesis; deja escapar a un enemigo y se
acordará de tus ancestros en la próxima pelea, deja herido de
muerte a uno y quizás viva para clamar venganza contra tu persona
hasta el fin de sus días. Sólo por esta última mecánica ya merece
la pena siquiera un vistazo y debería ser aplicada a más juegos en el futuro. Reseña aquí.
The Banner Saga - Stoic
El hype que tenía por
este juego me pasó factura cuando lo completé gracias a la
iniciativa El Gamer Insivible. Poco más puedo decir que no esté
escrito en la reseña: su mayor baza es el arte gráfico que tiene,
luciendo bellos escenarios y detallados modelos dibujados a mano
alegrando la vista constantemente. El sistema de combate normal de
los SRPG podría pulirse más y ofrecer más profundidad pero es
ideal para novatos del género. Los dilemas morales y decisiones
difíciles, cuando quiere llegar al jugador más allá de ver
reducidas una estadísticas, son interesantes y ofrecen momentos muy
emocionales a la trama. Sólo me queda esperar a la
segunda parte para ver cómo evoluciona.
Shadowrun Returns - Harebrained Schemes
Otro RPG que se cuela
entre las menciones especiales de este año, que también tuvo su
reseña correspondiente. La fidelidad en las mecánicas que
Harebrained Schemes saca del material original, el juego de rol de
mesa Shadowrun, es algo que merece ser destacado. Puede que el
argumento como tal no cambie como respuesta a tus decisiones, pero
permitir diferentes aproximaciones las situaciones en base a las
características de tu personaje y definir así su personalidad
(osea, rolear) es algo de lo que no todo aquello catalogado como RPG
puede presumir. Además del excelente soporte de mods, la campaña
principal parece sacada de un manual del susodicho juego de rol de
mesa y ofrece más de 20 horas de contenido en un mundo cyberpunk
donde orcos, elfos, enanos y humanos conviven entre crimen, neón y
herméticas mega-corporaciones.
Murdered: Soul Suspect - Airtight Games
Éste es uno de esos que
ahora, tras unos dos años de su lanzamiento, pueblan con sus copias
las estanterías de seminuevos de cualquier tienda local de
videojuegos. Su premisa no deja de ser interesante: en la ciudad de
Salem un detective de la policía local es abatido por un misterioso
asesino y será el encargado de investigar su propia muerte. Pese a
lo repetitivo y poco imaginativo de las mecánicas de posesión e
infiltración hay que reconocerle que tiene una historia que va
desvelando sus misterios poco a poco y mantiene la tensión hasta el
final, que ya es algo. Por desgracia, fue el canto de cisne de la
desarrolladora; quebró una semana tras el lanzamiento. Reseña aquí.
Inside - Playdead
De los creadores de
Limbo... bienvenidos a algo muy similar a Limbo. Un
niño caminando de izquierda a derecha, puzles, peligros y
cero explicaciones más allá de la narrativa visual sobre qué
narices está pasando. Su mayor acierto ha sido corregir la
estructura de sus puzles, que ya no parecen tan artificiales ni
requieren de varias muertes antes de tener siquiera la oportunidad de
resolverlos, como ocurría en Limbo, mandando el ritmo del juego a
freír espárragos. Su lore y trama son muy crípticos,
demasiado en mi opinión; a primera vista su mundo dibuja una
sociedad orwelliana de represión policial. Tras eso hay capas de la
historia que parecen hablar de experimentos humanos y el control de
la conciencia pero, siendo sincero, tuve que ir a youtube para
enterarme de la historia tras varias
horas de juego para acabar entendiendo sólo lo superficial y no el mensaje o
la verdadera trama.
Y ahora sí, el top de los GOTY 2016 de El Páramo de Mencey
10. Superhot - Piotr Iwanicki
Una idea innovadora genialmente desarrollada, de esas que piensas "¿cómo no se le habrá ocurrido a nadie esto antes?"; eso es Superhot. La mecánica principal es simple: el tiempo avanza sólo cuando te mueves, ahora ve y destroza a todos los enemigos, que luego lo vas a ver a velocidad normal y te vas a sentir el putísimo amo. Y el caso es que es divertido a más no poder, además de tener una enorme rejugabilidad gracias a la variedad de formas en la que se puede completar cada nivel. La historia estilo metajuego, en mi opinión, es más un añadido que otra cosa pero no está del todo mal llevada y le da un poco de contexto a lo que de otra forma sería un arcade. Lo último que quiero decir es que creo que ya está bien de comerle los huevos con lo de "es el shooter más innovador de la década" porque esa categoría se le queda corta. Superhot toma prestadas mecánicas del FPS para construir algo más, para crear puzles visuales y de habilidad gracias a su diseño de niveles, como hiciera en su día Portal con los puzles o The Unfinished Swan con sus escenarios.
9. Wasteland 2: Director's
Cut - inXile Entertaiment
Wasteland 2 es el Fallout que nunca tuvimos. Brian Fargo, productor ejecutivo del primer Fallout, pudo gracias a Kickstarter traer el sucesor espiritual de aquellas primeras entregas de la saga y se nota muchísimo: guerra nuclear, caníbales, servoarmaduras, refugios con mutantes, rangers, synths, animales mutados, cultos a artefactos nucleares... todo un ejemplo de cómo sortear la pérdida de una licencia y poder volver años después con tu idea original intacta. También es, de todos los SRPG de este año, el que mejor lleva el componente rolero: la customización del personaje y el diseño de misiones con numerosas variantes de acuerdo al comportamiento y habilidades de los miembros de tu equipo. Toda una experiencia que recoge el espíritu de la nostalgia de los RPG de ordenador de hace una década y lo adapta a tiempos actuales que se ha llevado más de 80 horas sólo en la primera partida.
8. Deus Ex: Human
Revolution - Eidos Montreal
Al final no pude terminar Deus Ex: Mankind Divided este año así que el puesto se lo lleva su predecesor. Largo y tendido he hablado de este juego en dos extensas entradas, tenía que entrar en la lista. En Deus Ex: Human Revolution la atmósfera y la dirección artística crean un mundo donde neorrenacentismo y cyberpunk se mezclan en un estilo propio cuyos gráficos han envejecido de maravilla. El diseño de niveles que permite varias aproximaciones a cada misión permite escapar de un estricto modo de juego sigiloso, a veces tedioso incluso. Las misiones secundarias son interesantes, más allá de su desarrollo, pues muestran los entresijos de una sociedad dividida y asustada por una nueva tecnología. Y la historia principal, que peca de los tropos típicos de una historia de venganza, tiene capas más profundas sobre la moral y el papel de uno mismo en el mundo. A pesar de los fallos en su narrativa, de los horrendos jefes finales que no se corrigieron hasta la versión Director's Cut y de su polémico final este es un juegazo con todas las de la ley.
7. Bioshock - Irrational Games
Otro clásico de la pasada generación que se cuela en la lista. Mucho se ha escrito, mucho se ha debatido sobre si está sobrevalorado o no (que lo está) pero al final del día, sigue siendo algo único. Mecánicamente es un FPS pasillero sin demasiada novedad per se pero su influencia va más allá de lo jugable. Visualmente es una delicia incluso antes de la llegada de su remaster, con una paleta de colores riquísima y escenarios que combinaban glamour, decadencia y horror a partes iguales. Descubrir su mundo a través de cintas de audio a día de hoy es algo manido pero aquí encontramos los orígenes de esa tendencia. Tiene además el mérito de ser uno de los primeros AAA de autor, que de verdad pretendía contar algo creando su propia distopía, de hablar de filosofía y moral, de dinámica de poderes y libertad de elección a través de su historia y sus mecánicas (aunque luego su ejecución fuese como fuese). Aquí dejo una entrada hablando mucho más en profundidad.
6. Oxenfree - Night School Studios
Me está doliendo meter tan pocos indies en esta lista pero Oxenfree no podía faltar. Es uno de esas historias en las que cuanto menos sepáis mejor, así que intentaré ser escueto. De la mano de antiguos miembros de Disney y Telltale Games, esta es la historia de cómo Alex intenta estrechar lazos con Jonas, su reciente hermanastro, acompañándole a una fiesta nocturna en la playa de Edwards Island. A medida que la noche avanza las cosas se vuelven extrañas, empezando por una extraña frecuencia de radio que emite sonidos ininteligibles y sólo se capta en una cueva en esa misma playa... y hasta ahí puedo leer. Lo mejor de este juego, además de su historia, es el giro que han dado al sistema de diálogos, haciéndola mucho menos restrictiva y más orgánica de varias maneras como eliminar la espera a que respondas, pudiendo interrumpir a alguien y alguna que otra más. En resumen, una aventura interesante, con apartado artístico precioso y una trama que sorprende.
5. The Last of Us - Naughty Dog
Por fin he saldado mi deuda con este juego, después de dos años cogiendo polvo en la estantería. Este año he podido acabar de principio a fin la saga Uncharted y pensé que su tercera entrega estaría en esta lista pero TLOU me ha parecido mucho mejor. Ha sido en este título cuando mejor he notado la integración entre gameplay y cinemáticas, incluso con secuencias de combate y exploración entre unas escenas y otras; un combate menos repetitivo y anodino que en la saga Uncharted, donde los tiroteos en los capítulos finales eran casi absurdos. Su visión del post-apocalipsis dista de ser original pero lo aprovecha para contar las pequeñas historias de cada compañero que encontramos durante el viaje. Ante todo este juego va de personajes, de cómo cada uno encuentra la forma de no romperse en este mundo y de cómo, a pesar de que la nueva situación haya sacado lo peor de la gente o les haya dado una excusa para ello, no hay que perder la fe. Por cierto, imprescindible el DLC Left Behind, un capítulo precuela que ahonda en el pasado de Ellie.
4. Firewatch - Campo Santo
Firewatch es algo especial y casi todo el que ha jugado comparte este pensamiento. Antes de empezarlo lo único que sabía de él es que encarnas a un guardia forestal y que hay un misterio a resolver durante tu estancia. Pensando que tras eso habría una conspiración o algo sobrenatural comencé la partida y al final... nada. Al contrario que tantos otros juegos con aventuras trepidantes y discursos grandilocuentes, ésta es una historia intimista, un sitio al que ir a disfrutar de las pequeñas cosas o a huir cuando no puedes con el peso del mundo, como le ocurre al protagonista. Me cuesta hablar de este juego debido a que lo emocional que tiene es algo que hay que experimentar en primera persona: las experiencias compartidas, los pequeños momentos en el bosque y las emociones y tranquilidades del día a día y las conversaciones por walkie-talkie (con un doblaje sumamente trabajado) son su tema central. La exploración es un gustazo con ese estilo gráfico que, al menos a mí, recuerda a Pixar y la inmersión se ve potenciada por mecánicas específicas como el mapa, la brújula y los botones del wakie-talkie. En definitiva, mi indie favorito de este año.
3. Dishonored - Arkane Studios
A estas alturas ya se debe notar que lo que más me ha cautivado este año son aquellos juegos cuyo diseño de niveles permite múltiples acercamientos en una misma misión y, en la actualidad, pocos títulos llevan esto mejor que Dishonored. La historia puede no avanzar mucho más allá de una historia típica de venganza y el protagonista, por mucho Efecto Darth Maul (dícese de aquel personaje que es recordado como genial por su diseño y no por su desarrollo) que tenga, no deja de ser un avatar en blanco pero esos no son sus puntos fuertes. Su gran baza es el diseño de niveles; intrincado y sobrecargado con múltiples opciones para cada misión de una forma que nunca he visto y que todo jugador debería experimentar por sí mismo. La forma en la que trata el tema de la dinámica y el abuso del poder a través de sus mecánicas en lugar de la manida barra de karma es digna de mención también. Una masterpiece obligatoria de la pasada generación.
2. Doom - id Software
Doom es maravilloso. Ningún otro juego me ha hecho reir a carcajadas mientras reventaba el pecho y otras cavidades anatómicas de un puñado de demonios salidos del infierno a golpe de nudillo y culata de escopeta. ¿Hay historia como hilo conductor de los acontecimientos? Pues sí ¿Es completamente opcional y olvidable en pos del más puro entretenimiento de reventar a tiros y hostiazos a todo bicharraco que se atreva a plantarte cara? Pues también. El genial diseño de niveles y buen uso de la verticalidad incentivan la exploración de hasta el último rincón, recompensando al jugador con sustanciales mejoras. La contundencia de las armas se siente en cada disparo, con espíritu arcade y el toque justo de mejoras del shooter moderno como mejoras y desafíos. Sencillamente la mejor y más divertida orgía de carne, plomo, vísceras, metal y djent que ha parido este medio y que todos deberíais probar.
1. Red Dead Redemption - Rockstar San Diego
Cuando empecé este juego ni por asomo consideré que acabase siendo mi juego del año. De los juegos de Rockstar (salvo excepciones como LA Noire) suelo esperar un planteamiento más centrado en la diversión de su mundo abierto, de lo bombástico y de hacer el cabra para luego llegar a la misión central, que por lo general no se distancia demasiado del blockbuster típico de tiros y fantasía de poder americana... pero RDR es otra historia. Aprovecha la elección de una ambientación western para recoger y homenajear a clásicos del género como Grupo Salvaje y Sin Perdón, además de dar coherencia a un mundo abierto distinto a lo anterior, con grandes espacios de campo abierto en lugar de una gran urbe. Su sistema de disparos y coberturas muy bien ejecutado y resulta natural pero lo que más me ha llegado es su historia: John Marston es uno de los mejores protagonistas que he visto en un videojuego, que a lo largo de la historia emprende un viaje tanto externo como interno. Algún día escribiré una entrada hablando en condiciones de lo increíble que es este título pero de momento se queda como lo mejor que he jugado este año 2016.
Oxenfree es magia pura.
ResponderEliminarEn lanzamientos 2016 hay fifty fifty, pero de lo que has jugado durante el año, te has puesto las botas JUEGASOS
ResponderEliminarSin duda, has tenido un 2016 muy muy movido! vaya pasada de juegos que has jugado. Lo único que me duele es que Inside no esté en el Top.... pero bueno, el resto... simplemente genial.
ResponderEliminarSaludos