sábado, 18 de julio de 2015

A Hitler se le pone dura con la segunda mano y Norma Cómics tiene la culpa

En España el mercado del cómic en general y del manga en particular está viviendo una época dulce. Lejos quedan ya los tiempos en los que Naruto, One Piece y Bleach eran los imbatibles en lo rankings de venta. Viendo esto la caída de Glénat previo cambio de nombre a EDT dejó un hueco importante. Los shonen rentables fueron rápidamente recogidos por otras editoriales (Panini, Ivrea, Planeta...) y el resto quedó en la azarosa segunda mano. Ha sido aquí donde he encontrado algunos síntomas de una primera apertura a otras tendencias de mano de EDT al encontrar el año pasado mangas bélicos como Omega 7 o seinen como Goth. Esta semilla actualmente ha sido recogida por editoriales como Milky Way, centradas en series generalmente cortas y un público más adulto, se han ganado un nombre junto a las demás habiendo salido prácticamente de la nada hace un año.
Glénat unos meses antes de su bancarrota

Por aquel entonces la editorial Norma también estaba en una situación muy buena. Había sido la competencia directa de Glénat y tuvo un par de aciertos consiguendo en su día con las licencias de Fairy Tail, Blue Exorcist, Magi y Soul Eater, que se perfilaban como los sucesores de los grandes shonen (aunque al final sólo Fairy Tail y Magi puedan reconocerse como tal). Actualmente incluso se han hecho con los derechos de publicación de Inio Asano después del éxito de Nijigahara Holograph y de La Chica a la Orilla del Mar publicadas por Milky Way, además de tener ya en circulación Shingeki no Kyojin y Tokyo Ghoul, dos series cuya masiva fanbase aseguran ventas. Entonces es comprensible mi sorpresa cuando, en un momento de prosperidad, anuncian que van a eliminar 25 series de su catálogo sin dar un motivo definido más allá de un escueto "estas cosas pasan" y mandándonos amablemente a buscar en la marabunta de la segunda mano.

Aquí el colega del bigotillo me ha echado una mano ilustrando mi reacción a tal noticia, imprescindible ver.


Ivrea, a la que yo había conocido por el montón de series shojo que tenía una amiga en su estantería y poco más, se está poniendo las pilas. Prácticamente cada mes tienen un par de licencias nuevas. Rescatan series antiguas (bendigo mil veces que hayan retomado Shigurui) y apuestan por otras más bien desconocidas como Terra Formars o retoman otras huérfanas como D.Gray-Man, anterioremente publicada por Glénat, mientras mantienen gran parte de su catálogo antiguo. Incluso casas ajenas como ECC, quien lleva años trayéndonos las series de DC y Vértigo, se ha aventurado por primera vez en el terreno del manga con series underground como Ichi The Killer, Black Paradox (Junji Ito de mis amores) o Hanzo, el camino del asesino, unos pinitos que muchos aficionados agradecemos. Incluso Panini, a la cual conoceréis por traer la gran mayoria de títulos de Marvel (y realizar algún atraco sin ningún reparo a nuestra cartera) tiene por ahí series como Bleach, Hunter x Hunter o Assassination Classroom.

Es por cosas así por las que me cuesta entender por qué éste y no otro ha sido el mejor momento que ha visto Norma para deshacerse de estas series, relegándolas al olvido y dejando a los fans a la espera de que otra editorial los rescate de ese cajón, como refleja la cantidad de peticiones a ECC para que saque Uzumaki, que ya fue publicada antes con una tirada y una edición ridículas. La segunda mano no es la solución; en primer lugar los autores no reciben un céntimo por las compraventa de seminuevos, quedándose todo el posible beneficio entre intermediarios. Por otro lado, si bien suele haber ofertas muy jugosas en otras ocasiones hay verdaderas barbaridades en objetos de limitado acceso. Un buen ejemplo sería el caso de PT, una demo (ni siquiera se trata de un juego completo) de un Silent Hill cancelado ahora imposible de descargar que en caso de tenerla en una PS4 hace que el precio de mercado de la misma suba hasta más del doble del valor original.

Otra opción son las ediciones en inglés, según el dominio del idioma que tengas

En fin, al fin y al cabo estos son artículos de ocio y el ánimo de lucro es enorme. Cada editorial decidirá qué parte del catálogo antiguo mantener, reeditar, retomar o descatalogar en función de la repercusión que pueda tener cada decision. Sólo quise expresar en esta entrada mi descontento, mi confusión y mi rabia por no poder completar las series de Zatch Bell y Priest.

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