Éste ha sido uno de esos
conciertos que son turbulentos incluso antes de la apertura de
puertas. Por lo visto la banda Devil You Know, segundos teloneros de
la noche, habían anunciado unos días antes de la fecha su caída
del cartel durante toda la gira. Se ve que pasó bastante
desapercibido pues gran parte del público, entre la que me incluyo,
nos quedamos con un palmo de narices cuando llegadas las 19:30 nadie
apareció en el escenario. Ya había pasado más de media hora tras
la apertura de puertas y esta inesperada espera (valga la
redundancia) de más de una hora no fue plato de buen gusto.
Finalmente a las 20:00
salieron a escena Darkest Hour, repentinamente los únicos teloneros
de la noche. Siento un poco de lástima por grupos como éste que a
pesar de llevar una década en el negocio no pasan de ser el telonero
del telonero del cabeza de cartel, ni llegan a conectar con el
público de tal manera que dejes de tomarlos como unos teloneros más.
No tuve la sensación de que los asistentes realmente quisieran
verlos, sino que más bien lo tomaron como un trámite antes de que
aparecieran las estrellas de la noche.
Aún con todo el show de
45 minutos que nos ofrecieron fue sorprendentemente correcto. Me
gustaría clasificarlos como metalcore instrumental ya que, pese a
los esfuerzos del vocalista, la voz era prácticamente inaudible,
eclipsada por el resto de atronadores instrumentos. Salvando este
detalle, John Henry es un más que decente frontman; supo alentar y
animar a un público al que ya se le estaban subiendo los humos.
Personalmente no acabo de casar bien con el metalcore pero Darkest
Hour no me dejaron mal sabor de boca. Temas de cortes variados que
recordaban a ratos a Bullet For My Valentine, a ratos a Trivium y
unos pocos con interesantes influencias alejadas del canon típico
del metalcore.
No voy a invertir más
caracteres en relatar lo tediosa que se hizo la segunda espera de
casi una hora hasta que aparecieron los cabezas de cartel. Machine
Head ha sido una de las bandas más sonadas últimamente en los
medios y no sólo por su recién sacado álbum Bloodstone &
Diamonds. La salida y posterior
demanda a la banda de su co-fundador Adam Duce han estado en boca
durante semanas, dejando claro cómo de cuadrados los tiene el
frontman y actual líder Robb Flynn. Es fácil notar quien lleva las
riendas (o el látigo) de Machine Head. Por otro lado, la filtración
de su octavo disco y la posterior subida del mismo al canal oficial
de Youtube no han hecho más que hacer efervescer la expectación por
ver en directo un álbum que no ha acabado de cautivar a su hueste de
fans.
Entradas
las 21:30 de la noche se apagaron las luces de repente. Los gritos
del público se mezclaron con samples de violines. Robb aparece a
paso lento seguido del resto de la banda, se encamina hacia el micro
y público y banda cantan al unísono los primeros versos de Now
We Die. Todavía me tiembla la
mano al recordar este comienzo. El tema de apertura de Bloodstone
& Diamonds resultó ser un
excelente comienzo y una buena forma de enseñarnos que pese a todo
la banda sigue en forma y con fuerza. El sonido fue satisfactorio,
mucho mejor que el de sus teloneros.
La
noche continúa con Imperium, Beautiful Morning
y Locust. Machine Head
ya tienen más de 20 años a sus espaldas. Han madurado, saben cuáles
han sido los discos que les han llevado al éxito y cuáles son los
pocos temas rescatables de sus álbumes más mediocres. Through
The Ashes of Empires, The Blackening y,
aunque haya quien discrepe, Unto the Locust
es lo mejor que les ha podido pasar. A día de hoy suenan tan
frescos, potentes y con tanto sentimiento como recién salidos al
mercado y esto se ve recompensado sobre el escenario. El moshpit no
ha hecho más que empezar.
Para sorpresa de todos en
este punto empezó a sonar Bite the Bullet, siguiendo la
estela de las tres anteriores. Al acabar ésta la mirada inquisitiva
de Robb Flynn y su "Headbang, motherfuckers!"
anuncian que se avecina el martillo. Ten Ton Hammer,
vuelta al circle pit y al nü metal. A ésto me refería antes: el
chándal lo colgaron hace tiempo, pero hay temazos que merecen la
pena ser rescatados de esos años oscuros. Tanto el nuevo bajista
Jared McEachern como los ya conocidos Phil Demmel (cuya
guitarra se lleva el premio Lolita Flores Signature) y Dave McClain a la batería hicieron un trabajo sobresaliente durante toda la noche.
Parece que han aprendido
que la excesiva Night of Long Knives no es la mejor opción
para tocar en un escenario. Mis plegarias fueron escuchadas y Ghost
Will Haunt My Bones es la
segunda encargada de presentar su nuevo trabajo. Muy en la línea de
su anterior disco supo gustar al público, que coreaba cada
estribillo como si le fuera la vida en ello.
Ya
era la mitad del concierto y los músicos fueron a tomar un descanso,
salvo Robb, que tenía ganas de dar una de sus habituales charlas de
interludio: "Madrid. Aquí fue donde tocamos por
primera vez en España hace 20 años, teloneando a Slayer. Por aquel
entonces la gente era un poco muermo con los teloneros, y recuerdo
que en vez de haber un espacio hueco entre nosotros y la pista había
un montón de melenas negras agitándose como cabronazos. Joder, así
daba gusto venir aquí". No
somos tontos, esto fue intencionado. Tras agradecernos el estar allí
esa noche entró entre bastidores y apareció al momento con una
guitarra acústica, junto al resto de miembros, listos para tocar el
tema más sentimiental e íntimo del grupo: Darkness
Within. Realmente emotivo, fue
increíble.
El concierto entró en su
recta final: la intro Declaration
dio paso a la clásica Bulldozer.
Seguido de ella vinieron Killers & Kings
y Davidian, como
queriendo mostar el antes y el después y regalando a la audiencia
uno de los momentos más brutales de la noche. Robb nos deleita con
sus bromas entre canciones como lanzar unas bebidas más que
bien recibidas. Ya se sabe, salas cerradas y llenas de personas
sudorosas dan calor aunque sea noviembre.
Después
de unas palabra en honor al fallecido Dimebag Darrel empieza la
canción compuesta en su memoria, Aesthetics of Hate.
Frenética y rabiosa anuncia el inminente final del concierto. Un
último repaso a otro de sus primeros temas, Old,
parecía cerrar la velada con sabor noventero. De eso nada, The
Blackening ha sido el mejor
disco de su carrera y no podían acabar sin darle una última pasada
con la inmortal Halo. Phil y Robb son un dúo muy compenetrado y aquí es donde más se ha podido notar. Casi diez minutos de masterpiece, ninguna otra de su repertorio
podría haber puesto la guinda al setlist de esta manera. Tras esto
llegó la despedida (ésta vez de verdad) y los agradecimientos y
saludos de la banda. Grandes, Machine Head.
En
resumen, una experiencia absolutamente genial. Cerca de dos horas de
concierto en sala donde unos Machine Head en buena forma hicieron un
bien seleccionado repaso de toda su carrera. En lo personal; por fin
pude ver en directo a uno de mis grupos favoritos desde adolescente
tocando los éxitos que llevan resonando en mi pecho desde que era un
púber con ganas de dejarse melena larga.
Setlist de Machine Head:
- Now We Die
- Imperium
- Beautiful Morning
- Locust
- Bite the Bullet
- Ten Ton Hammer
- Ghost Will Haunt My Bones
- Darkness Within
- Declaration/Bulldozer
- Killers & Kings
- Davidian
- Aesthetics of Hate
- Old
- Halo
Hubo una anécdota
curiosa: Es relativamente normal que un grupo toque una cover, o al
menos los primeros acordes de una canción ajena, a modo de tributo o
con tono humorístico. Machine Head no fue una excepción pero nunca
podría imaginar que versionarian a guitarra y batería, con el
público como apoyo, el "Oeoeoe oe oe" que se oye en
cualquier partido de fútbol. Todo por los loles, amigo.
Mención especial para
los dos chavales que tuve al lado durante todo el concierto: Nenes, a
charlar a un parque. No creo que un concierto sea el mejor lugar para
hablar a voces de política y economía, me parece una falta de
respeto hacia los músicos que están dando un espectáculo. Tampoco
es la situación para que avasalles brutalmente a quien tengas al
lado para conseguir una baqueta, pero energúmenos los hay en todos
lados.
Por último una pequeña muestra del pasado show. Gracias por leer.
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