lunes, 17 de noviembre de 2014

Crónica de concierto: Machine Head + Darkest Hour -– Sala La Riviera, Madrid-– 15/11/14



Éste ha sido uno de esos conciertos que son turbulentos incluso antes de la apertura de puertas. Por lo visto la banda Devil You Know, segundos teloneros de la noche, habían anunciado unos días antes de la fecha su caída del cartel durante toda la gira. Se ve que pasó bastante desapercibido pues gran parte del público, entre la que me incluyo, nos quedamos con un palmo de narices cuando llegadas las 19:30 nadie apareció en el escenario. Ya había pasado más de media hora tras la apertura de puertas y esta inesperada espera (valga la redundancia) de más de una hora no fue plato de buen gusto.

Finalmente a las 20:00 salieron a escena Darkest Hour, repentinamente los únicos teloneros de la noche. Siento un poco de lástima por grupos como éste que a pesar de llevar una década en el negocio no pasan de ser el telonero del telonero del cabeza de cartel, ni llegan a conectar con el público de tal manera que dejes de tomarlos como unos teloneros más. No tuve la sensación de que los asistentes realmente quisieran verlos, sino que más bien lo tomaron como un trámite antes de que aparecieran las estrellas de la noche.

Aún con todo el show de 45 minutos que nos ofrecieron fue sorprendentemente correcto. Me gustaría clasificarlos como metalcore instrumental ya que, pese a los esfuerzos del vocalista, la voz era prácticamente inaudible, eclipsada por el resto de atronadores instrumentos. Salvando este detalle, John Henry es un más que decente frontman; supo alentar y animar a un público al que ya se le estaban subiendo los humos. Personalmente no acabo de casar bien con el metalcore pero Darkest Hour no me dejaron mal sabor de boca. Temas de cortes variados que recordaban a ratos a Bullet For My Valentine, a ratos a Trivium y unos pocos con interesantes influencias alejadas del canon típico del metalcore.



No voy a invertir más caracteres en relatar lo tediosa que se hizo la segunda espera de casi una hora hasta que aparecieron los cabezas de cartel. Machine Head ha sido una de las bandas más sonadas últimamente en los medios y no sólo por su recién sacado álbum Bloodstone & Diamonds. La salida y posterior demanda a la banda de su co-fundador Adam Duce han estado en boca durante semanas, dejando claro cómo de cuadrados los tiene el frontman y actual líder Robb Flynn. Es fácil notar quien lleva las riendas (o el látigo) de Machine Head. Por otro lado, la filtración de su octavo disco y la posterior subida del mismo al canal oficial de Youtube no han hecho más que hacer efervescer la expectación por ver en directo un álbum que no ha acabado de cautivar a su hueste de fans.

Entradas las 21:30 de la noche se apagaron las luces de repente. Los gritos del público se mezclaron con samples de violines. Robb aparece a paso lento seguido del resto de la banda, se encamina hacia el micro y público y banda cantan al unísono los primeros versos de Now We Die. Todavía me tiembla la mano al recordar este comienzo. El tema de apertura de Bloodstone & Diamonds resultó ser un excelente comienzo y una buena forma de enseñarnos que pese a todo la banda sigue en forma y con fuerza. El sonido fue satisfactorio, mucho mejor que el de sus teloneros.


La noche continúa con Imperium, Beautiful Morning y Locust. Machine Head ya tienen más de 20 años a sus espaldas. Han madurado, saben cuáles han sido los discos que les han llevado al éxito y cuáles son los pocos temas rescatables de sus álbumes más mediocres. Through The Ashes of Empires, The Blackening y, aunque haya quien discrepe, Unto the Locust es lo mejor que les ha podido pasar. A día de hoy suenan tan frescos, potentes y con tanto sentimiento como recién salidos al mercado y esto se ve recompensado sobre el escenario. El moshpit no ha hecho más que empezar.


Para sorpresa de todos en este punto empezó a sonar Bite the Bullet, siguiendo la estela de las tres anteriores. Al acabar ésta la mirada inquisitiva de Robb Flynn y su "Headbang, motherfuckers!" anuncian que se avecina el martillo. Ten Ton Hammer, vuelta al circle pit y al nü metal. A ésto me refería antes: el chándal lo colgaron hace tiempo, pero hay temazos que merecen la pena ser rescatados de esos años oscuros. Tanto el nuevo bajista Jared McEachern como los ya conocidos Phil Demmel (cuya guitarra se lleva el premio Lolita Flores Signature) y Dave McClain a la batería hicieron un trabajo sobresaliente durante toda la noche.



Parece que han aprendido que la excesiva Night of Long Knives no es la mejor opción para tocar en un escenario. Mis plegarias fueron escuchadas y Ghost Will Haunt My Bones es la segunda encargada de presentar su nuevo trabajo. Muy en la línea de su anterior disco supo gustar al público, que coreaba cada estribillo como si le fuera la vida en ello.

Ya era la mitad del concierto y los músicos fueron a tomar un descanso, salvo Robb, que tenía ganas de dar una de sus habituales charlas de interludio: "Madrid. Aquí fue donde tocamos por primera vez en España hace 20 años, teloneando a Slayer. Por aquel entonces la gente era un poco muermo con los teloneros, y recuerdo que en vez de haber un espacio hueco entre nosotros y la pista había un montón de melenas negras agitándose como cabronazos. Joder, así daba gusto venir aquí". No somos tontos, esto fue intencionado. Tras agradecernos el estar allí esa noche entró entre bastidores y apareció al momento con una guitarra acústica, junto al resto de miembros, listos para tocar el tema más sentimiental e íntimo del grupo: Darkness Within. Realmente emotivo, fue increíble.



El concierto entró en su recta final: la intro Declaration dio paso a la clásica Bulldozer. Seguido de ella vinieron Killers & Kings y Davidian, como queriendo mostar el antes y el después y regalando a la audiencia uno de los momentos más brutales de la noche. Robb nos deleita con sus bromas entre canciones como lanzar unas bebidas más que bien recibidas. Ya se sabe, salas cerradas y llenas de personas sudorosas dan calor aunque sea noviembre.

Después de unas palabra en honor al fallecido Dimebag Darrel empieza la canción compuesta en su memoria, Aesthetics of Hate. Frenética y rabiosa anuncia el inminente final del concierto. Un último repaso a otro de sus primeros temas, Old, parecía cerrar la velada con sabor noventero. De eso nada, The Blackening ha sido el mejor disco de su carrera y no podían acabar sin darle una última pasada con la inmortal Halo. Phil y Robb son un dúo muy compenetrado y aquí es donde más se ha podido notar. Casi diez minutos de masterpiece, ninguna otra de su repertorio podría haber puesto la guinda al setlist de esta manera. Tras esto llegó la despedida (ésta vez de verdad) y los agradecimientos y saludos de la banda. Grandes, Machine Head.


En resumen, una experiencia absolutamente genial. Cerca de dos horas de concierto en sala donde unos Machine Head en buena forma hicieron un bien seleccionado repaso de toda su carrera. En lo personal; por fin pude ver en directo a uno de mis grupos favoritos desde adolescente tocando los éxitos que llevan resonando en mi pecho desde que era un púber con ganas de dejarse melena larga.


Setlist de Machine Head:
  1. Now We Die
  2. Imperium
  3. Beautiful Morning
  4. Locust
  5. Bite the Bullet
  6. Ten Ton Hammer
  7. Ghost Will Haunt My Bones
  8. Darkness Within
  9. Declaration/Bulldozer
  10. Killers & Kings
  11. Davidian
  12. Aesthetics of Hate
  13. Old
  14. Halo

Hubo una anécdota curiosa: Es relativamente normal que un grupo toque una cover, o al menos los primeros acordes de una canción ajena, a modo de tributo o con tono humorístico. Machine Head no fue una excepción pero nunca podría imaginar que versionarian a guitarra y batería, con el público como apoyo, el "Oeoeoe oe oe" que se oye en cualquier partido de fútbol. Todo por los loles, amigo.

Mención especial para los dos chavales que tuve al lado durante todo el concierto: Nenes, a charlar a un parque. No creo que un concierto sea el mejor lugar para hablar a voces de política y economía, me parece una falta de respeto hacia los músicos que están dando un espectáculo. Tampoco es la situación para que avasalles brutalmente a quien tengas al lado para conseguir una baqueta, pero energúmenos los hay en todos lados.

Por último una pequeña muestra del pasado show. Gracias por leer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario