El mundo de la literatura de fantasía está en alza tras varias décadas de clones de Tolkien, Salvatore y demasiada afinidad al mito de Campbell. Hace pocos años empecé a descubrir autores contemporáneos de calidad como Patrick Rothfuss (The Name of the Wind) o Brandon Sanderson (Mistborn). El siguiente en la lista ha sido Joe Abercrombie, el cual me habían vendido por su estilo duro y descarnado, y maldita sea mi suerte, he tenido que empezar por la única saga de fantasía juvenil que tiene. Aún con ello, he de reconocer que es la mejor novela de fantasía juvenil que he leído.
El libro cuenta la historia de Yarvi, segundo hijo de un rey y nacido con una mano deforme, lo cual es un estigma importante en una sociedad donde el valor de cada hombre se mide por cuán hábil es en batalla. Desde su infancia se da cuenta de que la guerra no es lo suyo y comienza a estudiar para clérigo, una suerte de médico-chamán-monje. El día anterior a la prueba final para convertirse en clérigo oficial recibe una noticia fatal: tanto su padre como su hermano mayor acaban de ser asesinados y él tiene la obligación de sentarse en el trono real.
Antes he expresado mi fastidio sobre que este fuese literatura juvenil, pero debo matizar. Abercrombie es reconocido por su crudeza a la hora de narrar y este libro no es una excepción. Las escenas de batalla son cruentas y descarnadas, como estar viendo una batalla entre ejércitos en Berserk. Si la acción se traslada a un barco mercante y la cubierta de galeotes huele a sudor, a mierda y hay mugre hasta en el techo va a estar descrito para dejarlo claro. Los escenarios están bien detallados pero sin regodearse, refiriéndose a lo más imprescindible para la ambientación o para el desarrollo posterior de la acción.
El mundo también es otro de los puntos fuertes. A priori, como he dicho en la sinopsis de arriba, parece otra vez la edad media inglesa del siglo XII que tanto se ha sobreexplotado en el género. Y sin embargo, a las pocas páginas se descubre cómo en realidad se trata de una sociedad nórdica inspirada en la cultura vikinga. Las guerras entre clanes, con sus jarls a la cabeza, tienen una importancia capital en este mundo, así como la variedad de cultos a uno o varios dioses. Aparecen además elementos típicos asociados a esta sociedad como el esclavismo, los drakkar, los entierros rituales en llamas o los túmulos funerarios.
En los personajes empiezo a encontrar sentimientos encontrados. La mayoría de ellos son recios y de personalidad dura, acorde a la sociedad en la que viven, lo cual está bien. Tampoco es que acaben de ser estereotipos del género y prácticamente todos tienen momentos brillantes que les hagan distanciarse de eso mismo, pero algunos personajes me supieron a poco. Quizás el problema es que la historia se centra demasiado en el punto de vista y en el mundo interior del protagonista, Yarvi. Esto es algo muy común en la fantasía juvenil y prácticamente el único lastre que arrastra del género, el método tan característico de empatizar rápidamente con el personaje principal, pero que a la larga acaba descuidando el desarrollo de los secundarios por la visión subjetiva de un personaje adolescente y psicológicamente abrumado en este caso.
Hasta los personajes femeninos están bien construidos, son mujeres fuertes e independientes, y al contrario de lo que cabía esperar del tópico, no sirven como trofeo final del protagonista. ¿La típica princesa que (es su prima, pero ya se sabe cómo son las familias reales) aguarda al príncipe para que vuelva al reino para casarse con él? Pues aquí le da igual el principito, es lista y si puede casarse con su rival con tal de llegar a una posición más jugosa lo hará. ¿La amazona tsundere que acaba liada con el protagonista en mitad de un viaje lleno de pesares? Pues no chaval, lo primero es sobrevivir.
Los antagonistas, por otro lado, me habría gustado que estuvieran más trabajados. Sí, son personajes dimensionales que se mueven por interés y no por ser intrínsecamente malvados, pero tienen tan pocas apariciones que cuesta desarrollarlos más allá de los tres o cuatro actos que tienen a lo largo del libro. Salvo en el caso de Sharikshirram, una suerte de Jack Sparrow esclavista que se come al resto de antagonistas a base de carisma , equilibrando en cierto modo la balanza.
Los antagonistas, por otro lado, me habría gustado que estuvieran más trabajados. Sí, son personajes dimensionales que se mueven por interés y no por ser intrínsecamente malvados, pero tienen tan pocas apariciones que cuesta desarrollarlos más allá de los tres o cuatro actos que tienen a lo largo del libro. Salvo en el caso de Sharikshirram, una suerte de Jack Sparrow esclavista que se come al resto de antagonistas a base de carisma , equilibrando en cierto modo la balanza.
Dado que es un libro de 400 páginas, relativamente corto para los leños que Abercrombie acostumbra a escribir, y que en resumen es una trama de viaje no voy a hablar demasiado sobre ella. Yarvi acaba en un aprieto, huye, conoce gente por el camino y tiene que volver a casa. La historia es un poco típica y el desarrollo un tanto predecible pero tiene un ritmo de lectura muy rápido y las escenas se suceden a la misma velocidad, haciendo que la historia no se estanque y mantenga enganchado al lector.
Concluyendo, Half a King es la primera y recomendable entrega de la trilogía del Mar Quebrado. Lectura amena, ritmo rápido y personajes interesantes, además del gran detalle de que cada una de las tres novelas tiene protagonistas diferentes, ofreciendo diferentes puntos de vista sobre el mundo y de los hechos y personajes de las novelas anteriores. Es buena elección para iniciarse de manera ligera en la literatura de Abercrombie, aunque si se busca algo más cercano a la fantasía oscura adulta recomendaría Red Country.
¡Otro fan de Abercrombie!¡Y de Rothfuss y Brandon Sanderson! Tengo pendientes para leer la trilogía del Mar Quebrado por lo que he leído tu reseña con cierto miedo a los spoilers pero no, buena reseña sin spoilers y me han entrado más ganas de leerla. De todas formas, el Abercrombie que ha conseguido justa fama como un renovador de la fantasía es el de la trilogía de "La primera Ley". Y eso que, en realidad, están todos los tópicos de la Fantasía, de Conan a George R.R. Martin y, aún así consigue hacerlo distinto. Eso sí, la trilogía es dura y sin concesiones.
ResponderEliminarPor cierto, no sé si has leído algo de Steven Erikson. Otro que escribe libros cortitos pero que merecen la pena el mes que inviertes en leerlo. La saga de Malaz es también de lo mejor de la nueva Fantasía.
Me ha gustado mucho la reseña, amén de la sorpresa de que alguien lea a Joe Abercrombie.
Saludos fremen.
Sanderson me enamoró desde que lei Nacidos de la Bruma, incluyendo la secuela Allow of Law que no ha gustado a todo el mundo. Y de Abercrombie ya tengo empezada La Primera Ley, ahora que ya tengo una idea de qué esperarme de su estilo de escribir.
EliminarMe han recomendado los de Erikson, pero ya sabes, buenos tochos escribe también este señor. Pero apuntados quedan.
A mí me enganchó desde Elantris porque era el libro de fantasía más original que había leído y desde entonces ha mantenido el nivel. Aleación de ley a mí sí me gustó y mucho, como sus novelas de superhéroes, sobre todo Steelheart, aunque Firefight también es muy buena.
EliminarSaludos fremen.
Hace tiempo que me quiero leer un buen libro de fantasía, y me has interesado bastante por este Medio Rey.
ResponderEliminarRecomendable y corto de leer, en un par de tardes o en tres se puede acabar perfectamente.
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