sábado, 5 de agosto de 2017

Reseña: Spiderman Homecoming


Spiderman: Homecoming ha llegado por fin a España, casi un mes después de su estreno en USA. Si algo hace especial a esta película son las expectativas con las que llega a las carteleras. Como reza su título estamos ante la vuelta de algo conocido, pero de forma distinta. La trilogía de Raimi acabó hace ya una década pero su huella sigue tan marcada como en el momento en el que salió su primera entrega. El reboot The Amazing Spiderman, cuya calidad no entro a valorar en este texto, trajo una nueva visión del personaje más oscura, inspirada por las nuevas corrientes de la trilogía The Dark Knight de Nolan. No acabó de casar con todos y por ello fue cancelada su tercera entrega, así como todos los proyectos derivados que estaban planeados para después. De esto hace sólo tres años.

En este contexto, cuando el género de superhéroes casi monopolizado por Marvel Studios empieza a dar muestras del agotamiento de su fórmula llega esta nueva película, con el protagonista más joven hasta la fecha. La gente que crecimos con la trilogía de Raimi ya tenemos una edad y claramente esta película apunta a otro grupo de población más joven, eso lo sabemos; lo que esperamos es ver cómo, o más bien si, consiguen mantener viva la esencia del personaje. Pero ahora bien, ¿cuál es la esencia del personaje? ¿Qué es aquello que se mantiene de una versión a otra?

Y  habrá que dar gracias a que Marvel Studios no se atreva con los multiversos

En los últimos años hemos visto al trepamuros haciendo de todo a lo largo de distintos medios: ha sido profesor, periodista, fotógrafo, estudiante universitario, currante malpagado, adolescente friki ignorado, nerd guay de instituto, científico e incluso CEO de su propia empresa de tecnología punta, que es la actual encarnación de los cómics. Por si fuera poco, en el mundo de los cómics han ido apareciendo otras personas arácnidas como Miles Morales, Spider-Gwen o Silk, que han portado sus mismos valores en circunstancias aún más diversas. Cierto es que la imagen más prominente en la cultura popular es la proporcionada por las películas, cada saga mostrando una faceta importante del personaje: por un lado el apego por Nueva York y el deber de un héroe para con su gente y por otro el conflicto, la carga y los peligros que conlleva ser el héroe que su sentido de la responsabilidad le obliga a ser y cómo puede una persona normal lidiar con ello. En esta línea, ¿es Tom Holland un buen Spiderman?

Respuesta corta: sí. Respuesta larga: sigue leyendo.

En mi opinión sí que lo es. Parte del público ha salido un tanto indignado de la sala debido al cambio de circunstancias pero me parece más un escozor en la nostalgia que un hecho consolidado. Como dije antes, la película apela a un público adolescente y para ello toma como inspiración al actual Spiderman de los cómics que todavía no es adulto: Miles Morales. Como Miles, este Peter ha crecido en un mundo donde los superhéroes están a la orden del día desde su infancia. Atrás quedan las narrativas aisladas donde él era el único pijamero rondando la ciudad; el mundo es mucho más grande e interconectado ahora. En tiempos pasados no tenía un mentor en quien fijarse, estaba sólo en un mundo lleno de crimen y tenía que labrarse su propio camino pero ahora la situación es totalmente opuesta. Una vez consigue poderes su primer impulso es emular a los héroes a los que tanto admira y lanzarse a la calle. 

Cthauri creando puestos de trabajo
Pero ay amigo, ya hace casi diez años desde The Avengers y ahora las acciones tienen consecuencias en el MCU. Ahora no se puede ir por ahí rompiendo cosas o teniendo "daños colaterales" sin control alguno, porque alguien debe pagar las facturas. Es necesario que haya alguien que responda ante los posibles percances y ahí es donde entra la figura de Tony Stark como tutor legal del joven Peter, por lo cual su inclusión no me parece tan forzada como parecía en un principio.


Otra parte importante del cambio de circunstancias es el cambio de mirada hacia el nerd que ha sido siempre Peter. En tiempos presentes Star Wars, The Lord of the Rings y Game of Thrones son iconos populares reconocidos por todos, la industria del videojuego ha superado en cuanto a dinero movido al cine y a la música, y las redes sociales están tan integradas en nuestro día a día que alguien por debajo de la edad de jubilación sin un perfil en Facebook es una rara avis. El bullying hacia cualquiera que disfrute de la cultura geek ya no es algo prevalente y por ello no tiene sentido volver a plantear de nuevo algo como el manido cliché del abusón capitán del equipo de rugby. También la globalización tiene su reflejo en la multiculturalidad tan natural que vemos en la cinta, además de que es necesario tener en cuenta que la historia se desarrolla en barrios como Brooks o Queens. Estas decisiones también han tenido el coste de cambiar la imagen canónica de personajes como Flash Thompson o MJ pero dada su escasa relevancia en esta película no deja de ser algo más anecdótico que otra cosa.

Sin tragedia no hay drama ni lección moral

Algo que también ha estado en el aire es el tema del tío Ben, posiblemente la muerte más aborrecida por los fans después de la de los padres de Bruce Wayne. La opinión general es que ya se ha visto en más de una ocasión, es parte del origen canónico del personaje y todo el mundo está al tanto de ello. Sin embargo, ¿qué representa en realidad la muerte del tío Ben? Ni más ni menos que el punto de inflexión más grande de su vida. La mordedura de la araña radioactiva lo que otorga son poderes, no una moral férrea arraigada en la realidad sobre qué hacer con ellos. No es hasta que su vida recibe un golpe tan duro como la muerte del tío Ben por su culpa indirecta, acompañado de la icónica frase en la cual basa su filosofía de vida, que Spiderman nace. En Homecoming este momento no ocurre; ya ha crecido con unos ídolos que actúan como estandartes de la lucha contra el bien y sin embargo es un concepto muy difuso para Peter, que se mueve dando palos de ciego en un mundo que tarda en darse cuenta de que no comprende del todo.

Y es que al fin y al cabo Peter no deja de ser un adolescente, de buen corazón pero con una visión un tanto maniqueísta y reducida de cómo funcionan las cosas, como es normal en esa etapa de la vida. Sabe que quiere hacer el bien y para ello desarrolla al personaje de Spiderman, un icono que sobrepasa los límites de lo humano para convertirse en un estandarte como el resto de los héroes que admira, a los que ha visto derrotar ejércitos de robots y de alienígenas. Por eso es bastante lógico que sea un fanboy de Tony Stark, ¿cómo te sentirías tú si hubieses empezado a tocar la guitarra y Slash se te acercase a decirte que le mola tu estilo, que te vengas de telonero una temporada?. Esa imperfección es lo que caracteriza al este personaje y el punto de partida de su desarrollo: tiene que averiguar que clase de héroe quiere ser y cómo debe llegar a ese punto.

Una frase clave de la película es "si no eres nadie sin tu traje, no eres nadie con él". Como dije, Peter está obsesionado con crear el ídolo que es Spiderman. Llega a perder la motivación de ir a clase y se escapa de compromisos con sus amigos y compañeros de clase por el simple hecho de que cree que debe dedicar todo su esfuerzo a ser Spiderman; es decir, deja que la persona se diluya en el personaje, tomando éste la relevancia y perdiendo lo que le hace a él ser como es. El punto de inflexión es la escena del barco. Allí Peter toma conciencia de sus acciones, de que cuando salvas personas tomas sus vidas en tus manos y puedes tanto salvarlas como perderlas. De no haber sido por Iron Man, otra persona con problemas a la hora de separar sus dos facetas, la escena del barco habría acabado mucho peor y quizás habría colgado el traje abrumado por la carga. Pero al contrario, es Tony quien se lo quita al entender que no ha madurado lo suficiente; aquí es cuando Peter entiende la responsabilidad de sus poderes y del camino que ha escogido.

Otro de los temas recurrentes, y por desgracia el que peor se desarrolla, es el de la desigualdad social. Los barrios donde se desarrolla la historia no son los más ricos de la ciudad, la superioridad de Flash frente a peter es debido a una diferencia de estatus socioeconómico, la preocupación de la tía May parece ser que su sobrino mantenga la beca que le asegura un futuro brillante... Incluso la motivación del principal antagonista, Vulture, por una vez no es debido a un egocentrismo megalomaníaco como nos tiene acostumbrados Marvel Studios, sino que tiene su origen en este mismo tema. No tengo muy claro por qué pero al final no puede evitar soltar un discurso con tufillo al Bane de Nolan que da un mensaje muy plano y con brocha gorda, pero qué le vamos a hacer, es ya prácticamente una convención de un género que en la gran pantalla no se caracteriza precisamente por la sutileza. En fin, volviendo a lo que hace bien como antagonista.

Definitivamente más interesante que el Vulture de los cómics

En un principio Adrian Toomes es un currante más que no quería que su gente se fuese al paro y poco a poco montó un emporio de desarrollo y tráfico de armas, traje de vuelo de última tecnología para robo de materiales incluido. Ni siquiera tiene deseos de matar intencionalmente, sólo mantener su negocio y a su familia, y por supuesto que esos dos ámbitos estén separados. En este caso es el antagonista quien le enseña a Peter la importancia de mantener sus dos personalidades enteras; si Adrian perdiese de vista la motivación de ser un padre de famlia decente sólo quedaría Vulture, un ladrón ávido de dinero. Esto acaba de quedarle claro una vez descubren sus respectivas identidades, dando al traste con la visión maniqueísta de Peter sobre buenos y malos y volviendo a jugar con la dinámica de que su enemigo forme parte de la vida de uno de sus seres queridos que ya hemos visto en anteriores adaptaciones. Gracias a él también halla la fuerza necesaria para conciliar sus dos personalidades, en otra escena mítica del cómic trasladada a la pantalla, volviendo con la fuerza necesaria para derrotar y a la vez salvar a Adrian. Sigue sin ser nada del otro mundo pero al final del día Vulture cumple el papel de un antagonista: atacar directamente a la mayor debilidad del héroe.

Bueno, ya hemos hablado suficiente sobre las cosas que hace bien. 

Ahora vamos a la bilis. Sólo dos cositas:

Tony, ¿en qué demonios estabas pensando? Aclárate de una vez. Primero le das un traje que cuesta una millonada y pones al que parece ser el tío más inútil de toda tu plantilla para que le vigile; cosa que no hace y en su lugar le ignora sistemáticamente. Luego apareces, sueltas el discursito y le quitas el traje... todo para que al final le ofrezcas otro presumiblemente mucho más tocho y por último le des la razón cuando dice que pasa del traje. ¿Pero qué cojones te pasa? Ya ha aprendido la lección, tiene todo el derecho del mundo a llevar el traje sin depender de que por tu caridad cristiana y sin que Peter lo supiera le dejes el traje en su cuarto en el último minuto de la película, como diciendo "venga va, te dejo el de juguete aún, cuando quieras ven a por el que tiene las cosas guays".

Y hablando de juguetes y habilidades

Hablemos del traje. El concepto de que Peter en esta adaptación sea un genio de la tecnología y se haya hecho sus propios lanzatelarañas me gusta, te lo compro. Pero madre mía, con ese traje que le ha dado su sugar daddy cualquiera podría tener habilidades suficientes para ser Spiderman. Parece que la única capacidad innata sean los reflejos y la adherencia a superficies, y estoy seguro de que hasta eso podría hacerlo el traje. Una IA incorporada, un árbol de habilidades más grande que todo lo que han sacado Bethesda y Bioware juntos, varios modos de actuación (incluso uno letal, ¿qué cojones?). Que se supone que el poder de Peter le ha sido concecido por la araña, por la fortuna y aquí parece que sea por elección propia al aceptar el traje. Visto así sus poderes, y por ello su responabilidad, son de quita y pon; se los podría dar a alguien a quien considerase mejor y quedarse tranquilo sabiendo que siempre habrá un Spiderman aunque no sea él. Muy bien, qué manera de dar al traste con la filosofía del personaje.

En conclusión, que la película me ha gustado y quiero saber más de este personaje. Spiderman: Homecoming viene con un soplo de aire fresco y desenfadado, que disfruta de la rebeldía y los desvaríos adolescentes y que ha sabido destacar por méritos propios a pesar de tener que competir con otras dos adaptaciones tan recientes y formar parte del todo que es el MCU. Palomitera, divertida y con un par de momentos memorables, que es en esencia lo que una buena película de Marvel aspira a ser.

1 comentario:

  1. Pues parece que al final de cuentas eso de que un gran poder trae una gran responsabilidad que parecía ser el ADN de Spiderman, resulta que ya no es tan indispensable, y que las motivaciones de un chico con superpoderes pueden ser acotadas al intento de ser como un Avenger, en un universo donde existió el capitán América y vez a Ironman defender la Tierra, parace que ya no es necesario matar a tu tío, o a tus padres. Muy buen película y mejor entrada. Saludos afectuosos.

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